top of page
  • White YouTube Icon
  • White Instagram Icon
  • White Twitter Icon
gym

18 de diciembre de 2020

¿Son los gimnasios un entorno seguro durante la pandemia?

Según datos del Ministerio de Sanidad, el porcentaje de brotes en las actividades deportivas no supera el 0.3%

Íñigo Caballero y Mirari Bravo

A pesar de las últimas medidas restrictivas que el Gobierno Vasco ha puesto en marcha de cara a afrontar esta pandemia, los gimnasios, según las estadísticas, son uno de los espacios más seguros dentro de las actividades no esenciales que se pueden llevar a cabo. Desde que comenzó el confinamiento y los meses posteriores, el número de contagios en los gimnasios no ha sido elevado debido a las acertadas medidas sanitarias a la hora de acudir a los centros deportivos. Sin embargo, hay quienes todavía no confían en su seguridad.

​

Los últimos datos presentados por el Ministerio de Sanidad, en el cual el porcentaje total de brotes asociados a la actividad deportiva es del 0,28% del total de España y baja al 0,22% si nos referimos a los casos positivos. En España solo se han producido un total de 24 brotes en establecimientos deportivos de un total de 8488, y es en gran parte fruto de las estrictas medidas sanitarias de seguridad que se han llevado a cabo. Las restricciones en los gimnasios, al igual que las de carácter general, han ido evolucionando a medida que se iban conociendo los casos positivos y las muertes en España. Esa evolución en la pandemia ha afectado a los gimnasios únicamente en el factor de aforo. Si durante un tiempo el número de casos totales en España disminuía, el aforo máximo permitido en los gimnasios aumentaba, y si por el contrario, los casos totales aumentaban, el aforo se reducía. 
 

Interior del gimnasio Estímulo de Barakaldo. Fuente: Gimnasio Estímulo 

Actualmente, y desde hace unos meses, el aforo máximo permitido en los gimnasios ronda entre el 30% y el 40%. Además de estas medidas, se mantienen independientemente de los datos de contagios y muertes el uso obligatorio y constante de la mascarilla a la hora de permanecer en el gimnasio; con la posibilidad de quitártela si se respeta la distancia mínima de 2 metros y cuando se vaya a realizar un ejercicio de alta intensidad, la obligación de desinfectar las máquinas y el equipamiento que se vaya a utilizar antes y después de la actividad gracias a los geles hidroalcohólicos situados por el gimnasio, la obligación también de reservar la clase el día antes para que el propio gimnasio lleve un control del aforo y a la vez identificar posibles brotes, y como medida nueva, que no se ha incluído durante los primeros meses de la pandemia, está la limitación de movilidad por municipios. Esto supone que una persona de Portugalete no pueda venir a un gimnasio de Barakaldo.

 

Llos datos están ahí y demuestran el bajo riesgo que supone ir al gimnasio. “La actividad deportiva es muy segura siempre y cuando se cumpla el protocolo” según Sergio Urrutia, cliente habitual del Gimnasio Estímulo en Barakaldo. A pesar de ello, hay quienes siguen sin confiar en acudir al gimnasio. “Aunque se desinfecten las máquinas y todo parezca higiénico, no sabemos quién las ha usado antes y de qué manera”, asegura Miren Eguiguren, ex clienta del gimnasio Basic Fit de Barakaldo, quien desde el mes de julio ya no acude y asegura que no volverá  “hasta que no se normalice todo y bajen mucho los datos”. 

 

Pérdidas incalculables

 

Por otro lado, una de las grandes consecuencias de la pandemia y que también ha repercutido al sector deportivo, son las pérdidas económicas y las dadas de baja de los socios. En España, la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) eleva sus previsiones de pérdidas hasta los 1.246 millones de euros en el sector de los centros deportivos. Esto supone que cada centro fitness tendrá de media un 53% menos de facturación con respecto a 2019. Los factores de este descenso son la falta de ayudas por parte de las instituciones y la reducción de aforo. Federico Arestizábal, dueño del Gimnasio Estímulo en Barakaldo, comenta que han renegociado el contrato de alquiler, pero admite no haber conseguido mucho teniendo en cuenta los seis meses de parón.

 

Hace doce meses, los establecimientos barakaldeses ya mencionados tenían actividades dirigidas que se llenaban de gente y que por el contrario, ahora están medio vacías. Los gimnasios han tenido que quitar de sus horarios las actividades a las que no acude la suficiente cantidad de socios. “Hemos perdido el 80% de socios con respecto al año pasado”, expresa Manu Allende, monitor del Basic Fit. A la falta de clientes y las numerosas pérdidas, se le suma el seguir pagando el alquiler de locales, servicios, impuestos, y trabajadores. 

 

Las esperanzas puestas de cara al futuro no son mucho mejores. “Estamos con muchas pérdidas acumuladas, la situación es bastante grave. Si en enero no repunta y mejora durante los meses de febrero y marzo, tomaremos la decisión drástica de cerrar el gimnasio”, pronostica Arestizábal. 

 

No obstante, si algo bueno hay que sacar de este año en lo que respecta al deporte, es la gran concienciación sobre la importancia que tiene la actividad física, la necesidad de moverse y el sentirse activo. Al fin y al cabo, de alguna manera hay que quitar esos kilos cogidos durante los muchos paseos a la nevera en los meses de confinamiento. 

WhatsApp Image 2020-12-17 at 19.49.02.jp

Fuente: brk48901.3

hosteleria

18 de diciembre de 2020

Javier Larruzea: “La hostelería está muerta y enterrada”

El sector de la restauración en Barakaldo sufre en primera persona los efectos de la crisis del COVID-19

Mikel Bóveda y Daniel de Lucas

La hostelería se ha convertido en uno de los sectores más afectados por las medidas tomadas para frenar la COVID-19. Es tal la huella que está dejando que, según el informe “Impacto de Covid-19 en la Hostelería en España”, los efectos de la pandemia de coronavirus podrían provocar una caída de la facturación anual del sector hostelero español de hasta el 40% durante 2020. Cifras preocupantes teniendo en cuenta que la hostelería en España es uno de los sectores con mayor peso, representando un 6,2% del PIB.

 

La hostelería del municipio vizcaíno de Barakaldo no se queda fuera de la crisis originada por la pandemia y sufre de primera mano las consecuencias de esta. Las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno Vasco permitieron desde el pasado sábado 12 de diciembre la reapertura de la actividad hostelera y de restauración en las localidades con Tasa de Incidencia Acumulada (TIA) inferior a 500 por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Estos establecimientos podrán abrir sus terrazas al aire libre con aforo total y el servicio en el interior del local con un aforo máximo del 50%. También cabe puntualizar, que el cierre de los establecimientos de hostelería y restauración se adelanta a las 20.00 horas de la tarde.

​

 

Javier Larruzea, encargado del bar Elcano 14 de Barakaldo, resume con pocas palabras pero gráficamente la situación a la que se enfrenta: "La hostelería está muerta y enterrada." Muestra su indignación por que no se han tenido en cuenta las necesidades del sector a la hora de establecer las restricciones: “¿Cómo va ser rentable el cerrar a las ocho de la noche y no poder atender a la gente en la barra?”. Además siente una culpabilización desmesurada por parte del estado hacia el sector. “La hostelería no es culpable de todo lo que está ocurriendo. Yo intento que se cumplan todas las medidas de seguridad, pero no somos policías, somos hosteleros”, puntualiza Larruzea. Además afirma que los bares son un lugar seguro en el que se cumple el distanciamiento en todo momento y se desinfectan las superficies más utilizadas. Mientras responde a nuestras preguntas y prepara un café  cortado explica: "Según se vaya esa cuadrilla de ahí iré a desinfectar, y cuando vosotros os levantéis lo mismo. Eso no pasa en el autobús o la sala de espera de un hospital."

 

La bajada de alquileres de los locales de hostelería y la ayuda económica por parte de las instituciones públicas ha sido un tema recurrente estos últimos meses. “De momento no hemos recibido nada, muchas promesas y pocas realidades”, aclara el hostelero acerca de las ayudas prometidas. El casero ha tenido la deferencia de perdonarle parte de la cuota del alquiler como muestra de apoyo.

WhatsApp Image 2020-12-17 at 18.24.59.jp

Javier Larruzea en la barra del bar Elcano 14 Fuente: brk48901.3

Para llevar

 

Otra nueva normalidad en el mundo de la hostelería ha sido el americanizado “pedir para llevar”. Para poder cumplir con las medidas de seguridad exigidas y disminuir el contacto físico al máximo, esta nueva manera de tomarte un café o comer un pintxo ha cogido fuerza. David Esteban, encargado del bar Miño de Barakaldo, ha sido uno de muchos que ha decidido decantarse por esta nueva manera de ofertar su producto. “Lo hemos estado probando las primeras dos semanas, pero como no tuvimos mucho éxito lo dejamos para centrarnos en la reapertura”, aclara. Esteban, al igual que Larruzea, ve desmesurada la focalización por parte de las instituciones públicas  en la hostelería. “Dentro de un centro comercial hay mucha más aglomeración de gente que en una terraza”, concluye el hostelero. También ambos coinciden en la disminución de afluencia de clientes en esta reapertura más tranquila y con menos ansias: “Noto que esta vez tienen más respeto o están más cansados de todo. No se ve un final próximo a esta situación y lo que más miedo les da es gastar. La incertidumbre es letal."

 

​

 

De la misma manera que nos reflejaban los datos sobre la situación de la hostelería en el estado español, las previsiones que maneja la hostelería vizcaína tras el azote del COVID-19 apuntan a una pérdida de entre 4.500 y 5.000 empleos en el sector y a una bajada de la facturación que podría rondar el 50% según los datos que nos ofrece el periódico Deia. Esteban y su bar-cafetería Miño están viviendo esta crisis en sus propias carnes, y con un tono de resignación nos confiesa:  “Seguramente tendremos que echar la verja en enero".

 

​

 

Los dos hosteleros, Esteban y Larruzea, coinciden en que necesitan el apoyo de la ciudadanía y que se animen a consumir sin miedo.“La gente tiene miedo al COVID y a gastar, no saben lo que va venir”, continúa Larruzea al preguntarle por el descenso de clientela este último año. 

Según un estudio realizado por Accenture COVID-19 Consumer Research, un 64% de la población tiene miedo a contagiarse y un 82% teme por la salud de la gente que le rodea. También, un 64% está preocupado por el posible impacto en la seguridad de su trabajo, mientras que un 88% está preocupado por el impacto en la economía. Imanol Arteta, cliente habitual del bar Chaplin de Barakaldo, ve necesaria la involucración de la sociedad para intentar revertir la situación. “Lo están pasando muy mal, la gente que aún conservamos nuestro trabajo y salario íntegro debemos de hacer un esfuerzo”, afirma Arteta. “No hay que tener miedo, son ellos los que más ganas de trabajar tienen y son ellos los que más hacen por mantener todo lo más limpio y desinfectado posible”, sentencia. Tras apurar su zurito, quiere dejarnos un último mensaje: “Ayudad y  consumid”.

WhatsApp Image 2020-12-18 at 21.54.42.jp

Bar Miño de Barakaldo Fuente: brk48901.3

NO TE PIERDAS NADA

  • Negro del icono de YouTube
  • Negro del icono de Instagram
  • Negro Twitter Icono
CONTÁCTANOS 
bottom of page